MIAMI — Trey Turner se enfrentó al derecho venezolano Silvino Bracho exactamente una vez en su carrera.
«Mira lo más destacado del anuncio», me dijo antes de que lo entrevistara en FS1.
«¿Malo?» Yo pregunté.
«Qué lástima», respondió Turner.
El turno al bate tuvo lugar el 26 de septiembre de 2016.El ex equipo de Turner, los Nacionales, perdían a los Diamondbacks 14-4 en la novena entrada de un juego. Bracho lanzó un slider de 82 mph. Turner comprobó su swing. Su primera bola fue tan débil que no consiguió carreras.
Lástima, y la referencia completa de Turner cuando Bracho ingresó a los cuartos de final del Clásico Mundial de Béisbol del sábado por la noche con las bases llenas, no out en la parte baja del octavo, cuando Venezuela superó a Estados Unidos 7-5.
Turner, el equipo de EE. UU. $ 300 millones no. 9 El bateador lanzó rápido para el strike uno. Le cometió una falta a otro lanzador rápido por el strike dos. Durante ese tiempo, acertó 3 de 13 en el WBC, aunque uno de sus hits fue un jonrón. Al igual que estaba en un entrenamiento de primavera normal, todavía estaba encontrando su swing. Con marca de 0-2, sabía que tenía a Mookie Betts y Mike Trout bateando detrás de él.
Bracho ha hecho solo cuatro apariciones en las Grandes Ligas en las últimas cuatro temporadas. El mánager de Venezuela, Omar López, tuvo que expulsar al jardinero izquierdo José Quijada después de que dio base por bolas a Tim Anderson y permitió que el sencillo del bateador emergente Pete Alonso llenara las bases al anotar JD Realmuto. El cerrador José Alvarado no sacó más de cuatro outs, dijo López.
Bracho lanzó un cambio a Turner sobre el corazón del plato. Esta vez, Turner no controló su swing. En cambio, giró furiosamente en el campo, siguiéndolo con un sublime remate con una mano. En una noche llena de muchas dudas, el relevista Daniel Bard tuvo una terrible pérdida de control, ayudó a convertir una ventaja de 5-2 en un déficit de 6-5, y Turner conectó el indudable e inmortal grand slam definitivo.
«Me siento desmayado», dijo Turner.
Él no está solo.
«Vi a unas 35 personas, incluidos los entrenadores», dijo el director técnico del equipo de EE. UU., Mark DeRosa.
Los recuerdos pueden ser confusos para Turner, DeRosa y compañía, pero los vigilantes nunca olvidarán lo que vieron. Turner se dirige hacia la primera base, temblando de emoción y señalando hacia el dugout. Luego, de la misma manera que lo hacen Venezuela y muchos otros equipos extranjeros, termina tercero con casi todo el equipo de EE. UU. esperando en el plato para celebrar con él.
Los clubes de las grandes ligas son tan reservados que el banquillo se vacía solo para caminar. Pero DeRosa, quien jugó en Venezuela para Leones del Caracas durante la temporada 2000-01, sabía que el sábado por la noche tenía que ser diferente. WBC se redujo a eliminación simple. Y la multitud agotada en Miami seguramente apoyará a Venezuela.
DeRosa les dijo a sus jugadores antes del partido que «se soltaran» para igualar la energía de la selección venezolana. Si un jugador estadounidense conecta un jonrón, encuéntralo en el plato. Nolan Arenado compartió un mensaje similar. El equipo de EE. UU. será efectivamente un equipo visitante, dijo Arenado. Debe generar su propia energía.
El héroe estadounidense del CMB de 2017, Adam Jones, entró en la sala cuando Arenado terminó. Les dijo a los jugadores que se animaran. Sé más ruidoso con tus compañeros de equipo que con la multitud. Oh, y bombea un sencillo si quieres, porque eso es lo que hará tu oponente.
«Hemos estado un poco muertos en los juegos de billar», dijo el receptor Realmudo. «Pero aquí, van a tener muchos fanáticos detrás de ellos y tenemos que unirnos en nuestros banquillos y crear tanta energía como podamos. Es importante tener ese mensaje antes del juego y saber qué esperar». adentro.
Jones quería que los estadounidenses fueran «dinámicos», y eso fue lo que fueron en la primera entrada, golpeando al abridor venezolano Martín Pérez con cinco sencillos seguidos para tomar una ventaja de 3-0. Luis Ares de Venezuela respondió en la mitad inferior con el primero de sus dos jonrones, un jonrón de dos carreras que brindó el primer indicio de que la noche fue inusual incluso para los estándares del WBC.
Ares, el campeón de bateo de la Liga Americana la temporada pasada, nunca ha producido un juego de dos jonrones en las mayores. Diablos, solo ha conectado 20 jonrones en 850 juegos profesionales. Pero como dijo más tarde Turner, hablando del propio regreso del Equipo de EE. UU., «Cuando te dan un puñetazo en la boca, tienes que responder».
Habrá más golpes. Y muchos más.
En la parte alta de la quinta, Kyle Tucker conectó un jonrón para reducir la ventaja del equipo de EE. UU. a tres carreras. Lance Lynn lanzó las primeras cuatro entradas por EE.UU., permitiendo su única carrera con el jonrón de Ares. DeRosa, después de un día libre, se tomó un descanso. Y su primera opción fue Bard, quien permitió cuatro carreras en la derrota del equipo de EE. UU. ante México en el juego de grupo, pero se recuperó con una entrada sin permitir carreras contra Colombia.
Bart, de 37 años, tiene un historial de problemas de control. En 2012, desarrolló «el thit» debido a su incapacidad para dominar la zona de strike, lo que lo mantuvo fuera de las mayores de 2014 a 2020. Su regreso con los Rockies lo llevó a una extensión de contrato por dos años y $19 millones en julio pasado. Pero entre 152 relevistas calificados la temporada pasada, todavía estaba 36º tasa de caminatas más alta.
La primera señal de problemas de Bard fue una base por bolas de cinco lanzamientos a Kleyber Torres el sábado por la noche. Andrés Giménez siguió con un sencillo dentro del cuadro. Bart lanzó un lanzamiento descontrolado para adelantar a los corredores. La aparición en el plato fue el último forraje para los críticos del CMB, quienes ignoran el hecho de que las lesiones desafortunadas también ocurren en los juegos de entrenamiento de primavera.
José Altuve fue el tercer bateador de Bard, por lo que DeRosa no podía tirar de él sin exceder el mínimo de tres bateadores en ese momento. Pero según la historia de Bard, incluida su primera expulsión en el torneo, se podría argumentar razonablemente que nunca debería haber lanzado. Ciertamente se podría argumentar que DeRosa debería haber eliminado a Aldu después de golpearlo en el brazo derecho con un sinker de 96 millas. Bard lanzó un segundo lanzamiento descontrolado que anotó una carrera y dio otra base por bolas. Al final anotó cuatro carreras.
¿Por qué DeRosa no comenzó a animar a otro relevista en el momento en que Bart dio su boleto de apertura? Bajo las restricciones impuestas por los clubes de las Grandes Ligas, un relevista debe lanzar tan pronto como se levante, dijo el manager. Aún así, incluso con una flexibilidad limitada, DeRosa no debería haber estado en peligro de dejar escapar un juego de eliminación.
Los Astros brindarán más información sobre la condición de Altuve el domingo, pero salió del parque con el pulgar vendado y el temor inicial era un dedo roto. López, el entrenador de primera base de los Astros, dijo que estaba «muy preocupado» por Altuve. Venezuela tomó la delantera después del gol de Altuve. Pero la lesión de Altuve es tan preocupante, dijo López, «todo el banquillo está muerto».
Así como la extraña lesión en la rodilla de Edwin Díaz provocó la asombrosa victoria de Puerto Rico sobre la República Dominicana, la lesión de DeRosa ante Altuve fue «uno de los mejores juegos en los que he participado». Sin embargo, los jugadores estadounidenses seguían entusiasmados cuando salían del parque, incrédulos por lo que habían vivido. En la Junta. ruido El grand slam de Turner y las entradas en blanco de Devin Williams y Ryan Pressley salvaron la victoria.
«Brady Singer (de los Reales) me preguntaba cómo serían los playoffs», dijo el relevista estadounidense Adam Ottavino, quien lanzó en ocho series diferentes de postemporada para cuatro clubes diferentes. «Pensé, ni siquiera sé si son así. Ese fue el mejor ambiente en el que he estado. Aunque lo perdimos, fue muy divertido ser parte de él».
Haciéndose eco de los sentimientos de Ottavino, Realmuto también envió un mensaje sutil a quienes optaron por no participar. «No puedo creer que se queden en los entrenamientos primaverales en lugar de jugar un partido así», dijo Realmudo. «Mucho orgullo en la línea. Mucha diversión. El significado de ese juego fue claro para ambos equipos.
Sin embargo, para que el equipo de EE. UU. defienda con éxito su título del CMB, necesita ganar dos juegos más. La primera es la semifinal del domingo por la noche contra Cuba, con Adam Wainwright como titular contra Ronis Elias. El juego de campeonato del martes contará con un segundo partido contra el ganador de las semifinales México-Japón.
DeRosa usó seis relevistas contra Venezuela, pero Kendall Graveman y Aaron Loup no lanzaron. Nick Martínez dejó el equipo el sábado y se reincorporó a los Padres, pero Singer, Kyle Freeland y Merrill Kelly deberían obtener el relevo contra Cuba, con Miles Mikolas entre los titulares que se espera que sean retenidos para comenzar la final.
Por loco que sea, la temporada regular se vislumbra como una decepción. La competencia en el WBC es pura. El ambiente de Miami es único. El techo está cerrado en Lone Depot Park, la música a todo volumen y los fanáticos rugen para aumentar aún más el volumen. Kyle Schwarber dijo que nunca había sido parte de un juego con tanta electricidad en marzo. «Me dan ganas de ir a un juego de béisbol de invierno y ver cuán ruidosos se ponen estos fanáticos», dijo.
Es agotador. Es emocionante. Y aún no ha terminado.
(Foto superior: Eric Espada/Getty Images)
